martes, 20 de septiembre de 2011

antecedentes de un terrorista


Ironías de la historia. Bin Laden quería destruir Estados Unidos, o al menos levantar al mundo islámico contra él. Pero puede haber acelerado la conversión de la hiperpotencia en un imperio. Para George Friedman, del centro de análisis Stratfor, con el intento de parar y combatir a Al Qaeda, Estados Unidos se ha visto obligado "a seguir el clásico proceso imperial", sólo que esta vez de alcance global ante una amenaza ubicua. Estaríamos así asistiendo al surgimiento, en parte por diseño, en parte sobrevenido, de un nuevo imperio global, basado en la absoluta superioridad militar de EE UU, uno de cuyos brazos de actuación podría ser la nueva OTAN transformada la semana pasada en la cumbre de Praga. Es un proceso de Empire State Building, no de Pax americana.

biografia de bin laden


Para comprender la aparición de Bin Laden en los noventa es indispensable analizar el impacto que tuvo la revolución islámica de Irán en 1979, punto de partida del ascenso de los movimientos islámicos que crecieron al calor de dicha revolución. Su posterior retroceso será uno de los factores que permitirá el desarrollo de Al Qaeda.
 La revolución liderada por el Ayatola Jomeini[1] permitió por primera vez en el siglo XX el acceso al poder político y estatal por intermedio de una revolución a un movimiento político de masas que tenía al islam como bandera política. Después de la desintegración del Imperio Otomano, la ocupación colonial de la mayoría de los países árabes, la posterior coronación de monarquías impuestas por los poderes coloniales en retirada, el fracaso al gobernar de la corriente nacionalista árabe y su cuasi desaparición, la apertura hacia Estados Unidos iniciada por Anwar Sadat y la consolidación de burguesías árabes dependientes de Occidente, la revolución de 1979 abrió un período de radicalización política con un claro signo antiimperialista en el mundo árabe e islámico.[2]


[1] Ayatollah literalmente significa “el signo de Dios”. Es un título en la escala jerárquica shií que se obtiene por estudio. Jomeini lo obtuvo en la ciudad de Qom en Irán. Imam es el título shií asignado a los 12 descendientes de Ali, yerno de Mahoma e iniciador de la rama shií del islam. Honoríficamente se da el mismo título a Jomeini, por ser el fundador de la República Islámica. Para todas las ramas del islam el concepto de Imam hace referencia a un título honorífico, de respeto; por eso Jomeini prefería que lo llamaran Imam, más que Ayatollah. En la rama sunní del islam, “imam” simplemente designa al que dirige la oración en la mezquita, y no implica grado religioso alguno ya que no existe jerarquía eclesiástica en el islam sunní.
[2] Sobre este punto nos hemos explayado en Pedro Brieger, ¿Guerra Santa o lucha política? Entrevistas y debate sobre el islam, editorial Biblos, Buenos Aires, 1996, pp. 23-53.

martes, 13 de septiembre de 2011

Todos conocemos la historia oficial de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos. Supuestamente, unos 19 islamistas radicales, bajo la dirección de un tal Osama Bin Laden en Afganistán pudieron eludir con éxito los gigantescos servicios de inteligencia de EE.UU y sus aliados, esquivar fácilmente la seguridad en varios aeropuertos y embarcarse en cuatro aviones.

Los actos acaecidos el 11 de septiembre del 2001 han marcado al mundo en su totalidad en el plano político, económico, sicosocial y militar.  De hecho, ciudadanos de toda índole se preguntan: ¿que si asistimos a una era de terrorismo masivo, con atentados donde las víctimas se contarán por cientos o quizá por miles?  Esta pregunta se la hacen los expertos, inquietos ante el auge de un nuevo terrorismo de inspiración religiosa y potencialmente más cruel, sangriento y letal que el viejo terrorismo revolucionario o nacionalista.